jueves, 4 de marzo de 2010

Dios bendiga a Demi Moore


Por supuesto, que Dios bendiga a Demi Moore por atreverse a hacer algo que a las mujeres se nos ha negado mucho tiempo: tener parejas más jóvenes. Claro, que si yo fuera ella, con Ashton Kutcher también me hubiera apuntado.

Siempre me he preguntado por qué la sociedad ve con buenos ojos que un hombre de cuarenta salga con niñas de veinte años. Entiendo perfectamente bien lo que les gusta a ellos: las carnes duras, la energía y la vitalidad. También entiendo que las mujeres de cuarenta y pico podamos parecerles menos atractivas (no entienden de lo que se pierden) pero no deja de parecerme nefasto. Ahora bien, hay que reconocer que muchas mujeres a nuestra edad llegan habiendo decidido años antes que eran viejas y feas y eso es lo que proyectan. No reflejan el menor gusto por la vida ni ganas, o al menos un dejo de interés, por sentirse atractivas. Cuesta trabajo, lo sé, sé perfectamente bien de lo que estoy hablando y del desafío de redescubrir nuestra belleza a esta edad. No es, sin embargo, imposible y ese es el reto.

Bueno, volviendo a Demi y su glorioso marido, el hecho de que ella se atreviera no sólo a salir sino a casarse con un hombre muchos años menor que ella me parece un acto de valor indescriptible. ¡Es valiente la mujer, qué ni qué! Así como entiendo a los hombres que las prefieren más jóvenes, debo decir que también entiendo a las mujeres que los prefieren de menos años.

Seamos sinceras, y hombres, si tienen un poco de sensatez, esto también les interesa. Los hombres a partir de los cuarenta entran en la etapa famosa crisis de la edad que se expresa persiguiendo jovencitas. Lo que no han descubierto aún, es que ello no necesariamente son atractivos. Si, hay unos cuarentones y cincuentos absolutamente apetitosos, pero hay muchos que se han abandonado a sí mismos, están barrigones y no se mantienen sanos. ¿Creen que a una mujer le resulta atractivo eso? Hay que decirlo también, hay mujeres a las que lo que les resulta atractiva es la cartera que estos señores pueden tener, pero no les atrae su humanidad.

A mi, en lo particular, me gustan los maduritos, pero reconozco que no son tan vitales como los más jóvenes que yo. Los cincuentones y de sus alrededores tienden a tomarse la vida muy en serio, lo cual no deja de resultar irónico pues es cuando su vida -y la nuestra- va en el trayecto final y posiblemente es cuando más deberíamos reírnos de todo. Son necios y llevan muchos años de hacer exactamente lo que les viene en gana y tienen prácticamente nula voluntad de hacer cambios en su vida para permitir que una mujer con historia y necesidades propias se sume a sus proyectos. Es más fácil "moldear" a una jovencita que negociar con una madurita.

Los hombres jóvenes nos inyectan energía. Se sienten bien saliendo con una mujer mayor (edipos aparte) y nos suben la autoestima ¿o no? El saber que un hombre joven que podría estar con una mujer de su edad o menor prefiere nuestra experiencia y aplomo y ni que decir de nuestra particular belleza.....¡es v i v i f i c a n t e!

Por eso, "Dios bendiga a Demi Moore".


1 comentario:

LAZANDO COCHINOS Y CABALGANDO MULAS dijo...

Recien encontré tu página, me parece muy interesante, pero sobre todo sugestiva hacia la replica, retadora y rebelde, además de simpática.

Y que piensas del complejo de Electra, que es el que reproducen las mujeres que andan con señores mayores, tanto el complejo de edipo, como el de electra, son relaciones patológicas dignas de cualquier buen estudio de psiquiatria, de acuerdo con la descripción que hace Jung de esta patología. ¿no crees?.

¿porque la gente no puede desarrollarse entre pares o iguales?, es que acaso buscan la obtención de dominio y poder de uno sobre otro, independientemente de si es el hombre o la mujer quien lo ejerce; esto lo digo por la necesidad de hombres y mujeres de andar con gente menor que ellos, aquí hay otro caso patológico, pues tanto hombre como mujer se niegan a madurar y aceptar su edad y el avance de los años, sintiendo que el tiempo se les va y busca a toda costa aferrarse a este, haciendo ridículos enormes, pues ningún joven en su sano juicio como bien dices tu, aceptaría tocar las carnes voluminosas de mujeres con celulitis o de hombres panzones, ciertamente los jovenes sólo buscan una satisfacción momentanea, de la cual tratar de sacar provecho!


No sería más agradable que la gente viviera su edad plenamente, sin andar buscando regresar al pasado, (o buscando vivir cosas que por alguna circunstancia no vivieron en su juventud), y que ambos se apoyen y se vean como compañeros, como pareja, es decir, una relación con "EQUIDAD".

En tanto alguien trate de manipular al otro, a través de un dominio psicológico disfrazado de intercambio de juventud por experiencia, tarde o temprano la relación irá al fracaso, no importa si dura un mes o varios años.

La "EQUIDAD", siempre es más difícil de aceptar por algún miembro de la pareja, pues ello implica ser responsable en todos los sentidos, es decir, no sólo en derechos, sino también en obligaciones. (y las obligaciones nadie las quiere aceptar)

Un buen tema para discutir, sin lugar a dudas esta pagina es muy interesante.

Ayer comencé leyendo tus dos primeros escritos y te deje una opinión en cada uno.

Charro Negro