Me gusta ver tus ojos al levantarme, descubrir esa mirada sensual y teñida de verde y café. Me gusta que muevas mi cadera al ritmo de tu cuerpo y que te pierdas al hundirte en mi. Tus manos recorriendo mis senos son un viaje por las estrellas que no tiene fin.
Imagen:Visualize.US |
Sonríes con picardía al abrir los ojos. Sonríes al recordar que tenemos dos horas de dormir, pues cada minuto de la noche y la madrugada se mojó con nuestro sudor y nuestras ganas. Levantas las sábanas para disfrutar el secreto que conoces... y me vuelves a besar. Cuando lo haces, empieza todo de nuevo, ahora con el sol envolviendo nuestros movimientos y con las nubes de la mañana avisándonos que ya empezó un nuevo ciclo del reloj.
A nosotros no nos importa, forma parte del mismo encuentro, del descubrimiento, del deseo que vivimos, que sentimos y nos aprisiona más allá del tiempo.