Descubrí en mi cuello un....¡pelito negro! Casi me desmayo del susto, del ataque y de la tristeza. ¿Qué se hace en estos casos?
Necesito investigar. La verdad es que a pesar de que siempre lo he sabido, no me he tomado la molestia de investigar -yo que todo lo curioseo y analizo- qué le está pasando a mi cuerpo desde que cumplí 4o año. Están acercándose los cambios hormonales a toda velocidad y veo con terror (si, lo confieso) que se acerca la palabra prohibida: menopausia. Se acerca no porque tenga síntoma, sino porque después de las cuatro décadas estoy más cerca de ella que lejos.
Bueno, necesitaba hacer catarsis sobre esa aparición en mi cuello y todas las cosas que ello implica. Investigaré y regresaré a conversar.
PD. Por cierto, voy a categorizar esta publicación también en "Duendes y monstruos...." que así sentí esa intrusiva aparición...