viernes, 22 de febrero de 2013

Entre dos y tres

Dicen que siempre hay una primera vez y que me suceda ahora, no está mal. Tendré que ponerlo en la lista de cosas que me ha tocado vivir, o por lo menos escuchar.

Tal vez todos hemos fantaseado en algún momento de la vida en tener relaciones sexuales con más de una persona, otra mujer, otro hombre y otra mujer, dos hombres. En fin. Yo sí, no sé ustedes. Confieso también que en eso se ha quedado, en mera fantasía.  Cuando ha existido la posibilidad, mis atavismos han pesado más que mi deseo y no he avanzado en el asunto.

Imagen: Womanist Musings
Recientemente, entre las conversaciones que he tenido con el sujeto en cuestión, me dijo que le gustaría tener relaciones conmigo y con otra mujer. Respiro profundo al escribir esto, pues fue lo que hice cuando me lo propuso a mitad de una noche de pasión en su cama.

No he vuelto a pensar en ello en los últimos años y me sorprendió encontrarme con esta invitación a estas altura de mi vida. Me siento halagada, lo confieso. Saber que le produzco erecciones a un hombre como él y menor, me gusta y también me excita.  Saber que le gusto para aumentar su disfrute, y tal vez el mío, también resulta emocionante.  No avancé en el asunto y le dije que por el momento no.

... y creo que por el momento... durará este no un rato o para siempre.

Con gran frescura y desenfado me contó sus experiencias y me platicó que ha estado con varias mujeres al mismo tiempo y en muchas ocasiones. Es de una cachondez subida. También supe que ha estado en fiestas en las que el objetivo es ver a cuantas mujeres puede follarse en una noche, y se ha follado a varias. ¿Será cierto o quería apantallarme o ver qué tan lejos soy capaz de llegar? Soy muy cínica y pienso que es esto segundo, pero conociéndolo y descubriendo su afán explorador de la vida, tampoco lo dudo. En todo caso, son sus experiencias y su sexualidad.

Por mi parte, no le entro al asunto. Tal vez soy más chapada a la antigüita de lo que pensé, y me gusta experimentar todo tipo de cosas, pero con mi hombre.  Me preocupan cosas horriblemente mundanas: las enfermedades y perder un espacio que considero íntimo.

No me gustaría verlo con otra mujer. El asunto de fondo es que me conozco, y sé que esa imagen estaría rondado mi cabeza por mucho tiempo y se convertiría en una barrera entre nosotros.

No puedo dejar de sonreír al pensar que en un momento de mi vida en que he estado tranquila, con calma y buscando una pausa a mi imparable andar, y en que estaba convencida de que había encontrado un momento de solaz y detenimiento... resulta que me encontré con alguien tan intenso como yo y muy experimentador.

Y si, entre dos y tres, prefiero dos.